El GP de Cabanillas suspendido por lluvia

La épica hizo presencia el pasado sábado en la K1. El GP de Cabanillas, uno de los mejores circuitos del campeonato (y que se corría por vez primera en la K1) fue el escenario de uno de los momentos más épicos de la joven competición.
Tras una tanda de entrenos donde los 13 pilotos pudieron conocer el trazado de los que sin duda será uno de los circuitos decisivos de la temporada, la primera manga comenzó con un cielo encapotado que no presagiaba nada bueno. Los siete valientes ajustaron sus cinturones en previsión de una manga "movida". Tras unas primeras vueltas de tanteo, Juan Calles y Carlos Isidro se hacían con las riendas de la carrera, protagonizando un duelo espectacular. Eran seguidos a distancia por Kuljart, Clua y Luigi, y más atrás, Dani Valera (menudo debut) y Antonio Moreno. Entonces, un inesperado invitado hizo acto de presencia: la lluvia. Comenzó con unas leves gotas que sin embargo empaparon el asfalto y prococaron numerosas derrapadas y trompos. Juan Calles y C. Isidro, dado lo destacados que iban levantaron algo el pie del acelerador, mientras que atrás, donde estaba la lucha encarnizada por los puestos en la Final se empezaron a ver escenas irrepetibles. Kuljart sudaba por dominar su monoplaza, que le jugaba malas pasadas en cada curva. Luigi tentó dos veces salir despedido por falta de agarre y finalemente consiguó pasar a Clua en un error de éste motivado por un trompo. La organización de la K1 debatía si continuar o no, cuando la leve lluvia se tornó en chaparrón. A partir de ahí, sólo el buen hacer y experiencia de los siete pilotos en pista evitó algún accidente mortal. Los neumáticos se deslizaban, volaban, sobre un asfalto que ya no agarraba y tras las instrucciones de la KIA, los comisarios del circuito decidían sacar banderas de última vuelta. Así finalizó una de las mangas que sin duda quedará escrita en los anales de la Historia del motor.
A pesar de los multimillonarios compromisos televisivos y de publicidad, Bernie decidió suspender el Gran Premio, a pesar de que la lluvia había parado y un leve sol había secado parcialmente la pista. Un circuito como el de Cabanillas, ya con un sitio en la épica, merece un GP emocionante pero no suicida.
Haciendo labores de sustitución a la agencia (J)EFE, de vacaciones en estas fechas festivas, se despide el reportero independiente Antonio (N)obato.
Hasta la próxima crónica!!!
Nota: en la foto de arriba se puede apreciar el podio del circuito de Cabanillas, huérfano por la lluvia.